viernes, 2 de mayo de 2008

1 de mayo: Día de los trabajadores

EL jueves 1 de mayo, en El Salvador así como en la mayoría de países, se celebró el día de los trabajadores o mejor conocido como el día del trabajo. Alejandro Cornejo, trabajador de la Institución de Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) expresó que esta marcha se celebra en conmemoración a la lucha que hicieron varios compatriotas en Chicago, Estados Unidos. Ellos lucharon para que los derechos humanos ya no fuesen explotados en el sentido de trabajar 18 horas diarias. Y exigeron a las empresas que se les retribuyeran solamente ocho horas de trabajo diarios.

La verdad yo fui a esta actividad por el deber de periodismo I, es decir, teniamos que cubrir el evento y sacar una nota de allí. Sin embargo, fue una experiencia que me ayudó a comprender muchas necesidades que la gente reclama en estos tiempos. Asimismo, me sorprendió la exagerada concentración de personas que nos reunimos en el Salvador del Mundo, desde muy temprano. Eran miles de personas que salieron a marchar ese día y la mayoría iba de alguna institución, sindicatos o universidades.

A mí me pareció muy interesante que las personas, que participaron en la marcha, llevaran unas pancartas muy vistosas y explicativas. Además, la creatividad de decorar un camioncito con bolsas de arina, de arroz, tambos de gas, en un extremo del vehículo. También, hombres vestidos de negro cargando en su cintura un costal con un cartón de huevos, con bolsas de aceíte Orisol, de detergente Xedex, papel Scot, entre otros. Asimismo, ver a grupos vertidos de negro con máscaras y títeres que iban de la Escuela de Arte y Cultura. Así también, se vio una caja de muerto, donde llevaban a Rodrígo Ávila, y hasta dragones que danzaban al compás de la música de una banda que había llegado.

Por otro lado, me dio mucha tristeza el hecho que a pesar de que prohibieron el uso de pintura en aerosol y gente tapada de la cara, no se tomó las medidas pertinentes de esa petición. Con colores vistosos, rojo, verde fluorecente, rosado, anaranjando y más, se tapisaron los muros de los diferentes edificios que estaban al paso de todo el evento. Al principio se advirtió de eso, sin embargo, las paredes pintadas con cualquier oración se admiraba al caminar en todo el recorrido que se hizo. Y sin faltar, jóvenes tapados de sus caras con pañuelos, trapos y cualquier tipo de tela que pudieran utilizar.

A pesar de eso, fue una experiencia que nunca olvidaré, pues conocí a muchas personas como al Director de la Radio Mi Gente, a algunos indígenas, a personas que habían llegado desde muy lejos para apoyar el evento y a sindicatos de todo el país. Es verdad que caminé mucho, mucho y que me dolian mucho los pies, pero el 1 de mayo nunca lo voy a olvidar.

AHHH gracias a Dios no hubo relajo, ni desordenes porque si no hubiera salido corriendo cabeza sin sombrero y asaber hasta donde hubiera llegado. jajaja EY Abrazos a todos.

4 comentarios:

P dijo...

Lo mejor que puedes sacar de toda experiencia, es una nueva forma de pensar y ver el mundo :)

Marcelita dijo...

Hola Rosita

La verdad yo nunca había asistido a esta marcha. La verdad me sorprendió la cantidad de personas que se hicieron presentes. Esta es una de las forma que la gente puede expresar su descontento con la situación actual del país. Yo me encontré con gente que estaba desempleada y asistía para apoyar a todas las personas que se encontraban en su misma condición.

Chao

Alita dijo...

HOLA QUE AL?? no sé si me conoces,pero yo ambien rcibo la clase de Roxana y me parce muy ineresante tu entrada y en especial que hayas hablado del tema del primero de mayo. es evidente en esta celebración que algunas de las teorias se cumplen en los sistemas de trabajos que miles de personas denunciaron ese día.

AllxXander dijo...

¡Hola Rosa!
Pues, la verdad yo también me esperaba autos volteados, piedras voladoras, arrestos... pero nada de eso. Menos mal. Aunque nosotros si preguntamos qué era lo que las personas pedían, a la mayoría de medios oficiales les importó más el hecho que recalcás: los muros manchados. Lo que a mí me llamó la atención es que, en algunos tramos, los policías estaban a menos de un metro de las personas que manchaban las paredes, pero no hacían nada ¿y quién, entonces, iba a impedirlo?

Lo mismo de siempre en periodismo, donde tratamos de ver un discurso alternativo a los oficiales.

Bueno es todo lo que digo por ahora. Te cuidás y te veo al rato